La princesita de Noah había despertado por la mañana con una gran sonrisa, prometiendo que hoy sería un gran día. Luego de haberse arreglado había corrido a la cocina en busca de algo para desayunar y satisfacer el hambre que llevaba. Encontró los ingredientes para hacer su sandwich favorito y se sentó a comer. Claro está, tenía un lío con la comida y caía por todos lados pero ella simplemente sonreía y seguía comiendo. Cuando terminó se limpió las manos y su pequeña boca y fué corriendo al cuarto de su hermana favorita, Miley. Al abrir la puerta se dió cuenta que su hermana aún seguía durmiendo por lo que se le ocurrío correr y saltar sobre la cama. Sonreía mientras saltaba y repetía el nombre de su hermana para lograr despertarla. -¡¡¡¡¡Miley Miley Miley Miley Miley Mile Miles Smiley!!!!!!!!! Despierta ya salió el sol- Exclamaba entusiasmada, esperando impaciente a que su hermana abriera los ojos para poder pasar el día con ella. -Vamos prometiste pasar el día entero conmigo- Dijo con un puchero mientras seguía saltando, ahora encima de su hermana.